El recuerdo

El recuerdo... Es una mirada a un momento que fue... A un instante que pasó... Las sensaciones que echaron raíces florecen de vez en cuando en el árbol de la vida. A veces una rama recoge la savia del pasado y brota... nueva... tierna y fuerte... insistente... Nos ofrece en todo su esplendor nuevas hojas que ya fueron hojas, nuevas flores que ya fueron flores... El aroma que creíamos perdido se expande y nos envuelve. Nos trae imágenes que dormían en el pozo del alma, aviva la hoguera de los recuerdos y nos obliga a cerrar los ojos para verlas mejor... El tiempo se detiene... O mejor, lo queremos detener. Parar su discurrir hacia delante y hacer eterno ese instante, sublime, efímero, frágil... El momento dibuja miradas, modela gestos y escribe palabras  sobre el delicado pensamiento que, como un velo pintado de colores, movido por el viento, a nuestro pesar se aleja... En su huida juega, se deja mecer, baila...Nos hace algún guiño, pero se marcha... Entonces... Nos da miedo abrir los ojos,  queremos que el corazón apenas lata y sentimos la respiración extraña. Como el agua entre las manos, el recuerdo se escapa. Nos deja ese aroma que de los sueños  mana, que embriaga y que sana. Nos cura la apatía, la arrogancia, la valdía insensatez y cientos de sensaciones vanas. Nos regala de nuevo la vida. El cielo del pensamiento se recobra  y se ensancha un poco el alma... A la espera de otra mirada.